7 hábitos budistas difíciles (pero sencillos) que cambiarán tu vida

Si los monjes budistas parecen estar totalmente en paz, por algo será. De hecho, llevan un cierto estilo de vida. Toda su filosofía de vida consiste en reducir el sufrimiento.

Esta filosofía puede parecer extraña e incluso imposible de conseguir, pero en realidad no lo es. Además, adoptar esta rutina diaria te lleva directo a la felicidad.

Estas pocas reglas te servirán para el resto de tu vida.

Vea también:¡Cómo liberarse de las emociones negativas!

Simplifica tus posesiones materiales

Buda no nació pobre, sino que pertenecía a una familia real (era príncipe). Podría haber acumulado tantas “cosas materiales” como quisiera, pero tomó la decisión de quedarse sólo con lo necesario.

Pequeño recordatorio: la felicidad viene de dentro, no de la acumulación de cosas materiales externas.

En nuestra sociedad actual, nos hemos acostumbrado a poseer (cosas innecesarias) para sentirnos bien. Sin embargo, esta búsqueda de “más y más” nos aleja de lo esencial:

La felicidad viene de dentro hacia fuera.

La ley de la atracción reacciona a tus pensamientos y emociones y crea tu realidad exterior.

Dar para recibir

Desarrollar una actitud altruista es la mejor opción para recibir. Dar, te permite desprenderte de tus “necesidades” que parecen prioritarias. Al desapegarte de ellas, te das cuenta de que lo que para ti era “muy importante” en realidad no lo era.

Con el tiempo te darás cuenta de que muchas de las cosas que deseas son en realidad necesidades de la mente para “sentirse bien”. Cuando te desprendes de ellos, la mente se calma y vuelves a lo esencial y a tus verdaderos deseos.

Cuando nos cuesta dar es porque tenemos miedo de perder algo. Estos pensamientos y emociones de carencia atraen y crean escasez o “falta” en nuestras vidas.

También desprenderte de lo que tienes que no es necesario para ti permite que otros obtengan lo que necesitan. Es una asociación win/win. Al aprender a dar de forma positiva y sincera, aumentas tu bienestar interior y el de los demás.

Meditar

Científicamente, se ha demostrado que meditar cambia la estructura del cerebro. Meditar reduce el estrés, equilibra la producción de cortisol y DHEA en el cuerpo, ayuda a reducir bloqueos internos, y permite la reprogramación mental.

La meditación ayuda enormemente a entrar en el desapego y permite liberarse del control que los pensamientos tienen sobre nosotros.

Acepta el mindfulness como un estilo de vida

Es natural y muy fácil juzgar a los demás. Es la parte primitiva de nuestro cerebro que “escanea” en busca de posibles peligros externos. Sólo que no siempre nos beneficia, porque ese hábito de juzgar y encasillar todo se apodera de nosotros y ya no nos permite ver a las personas tal y como son, sino sólo a través de nuestros filtros internos.

¿Cómo sería la vida sin juicios? Sería hermoso, porque recuerda, son tus pensamientos los que crean tus emociones y, por tanto, “cómo te sientes”.

En otras palabras, los juicios suelen ser negativos, las emociones negativas les siguen.

Vivir con muchos menos juicios permite la calma mental.

Vea también: ¡Dominar la aceptación en 5 minutos!

Abraza el cambio

Cada mañana nos identificamos con esa persona que vemos en el espejo y nos apegamos a esa percepción. Salvo que, con el paso del tiempo, envejecemos y cambiamos. En su mayor parte no aceptamos estos cambios, nos rebelamos “internamente” contra estos cambios.

Pero las leyes del universo están hechas de tal manera que todo cambia constantemente. Ir en contra de esta idea sólo crea frustraciones y barreras mentales que con el tiempo, por un lado aceleran el envejecimiento, pero por otro crean enfermedades.

Si piensas en esta idea de oponerse al cambio, fíjate en todas las áreas de tu vida en las que estás “nadando a contracorriente”…

Para ayudarte a identificarlas, es muy sencillo:

Cada vez que tienes una emoción negativa,
¡es porque estás bloqueando lo que es!

No estás aceptando el cambio, estás luchando contra él.

Vivir el momento

Nuestra mente nos hace creer que hay pasado, presente y futuro, o al menos esa es “nuestra percepción” de las cosas. Sin embargo, el pasado y el futuro no existen, sólo existe el momento presente.

  • Cada vez que piensas en el pasado, lo haces en el presente
  • Cada vez que piensas en el futuro, lo haces en el presente.

En otras palabras cada momento que vives, lo vives en el present.

La idea es experimentar plenamente lo que estás experimentando, ¡ahora mismo!

Al crear este hábito, te recuerdas a ti mismo que AHORA es el momento de saborear el momento presente que estás viviendo, estarás lo que se dice cada vez más presente. Es decir, “cada vez más aquí y ahora”.

Tu mente te hará pensar cada vez menos en el pasado para quejarte o experimentar emociones negativas y tratará menos de encontrar satisfacción imaginando un futuro “hipotético”.

Además, la Ley de Atracción responde a tus pensamientos y emociones del AHORA.

  • Cuando piensas en el pasado sintiéndote mal, tienes pensamientos y emociones negativas que estás emitiendo en el momento presente.
  • Cuando piensas en el futuro preocupándote, tienes pensamientos y emociones negativas que también emites en el momento presente.

La clave está en saborear plenamente el aquí y ahora en lugar de buscar consuelo en el pasado y el futuro (algo que muy pocas veces ocurre).

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