Acabas de adquirir un tazón de canto, y ahora te preguntas cómo usarlo?
“Hacer cantar a un cuenco tibetano”, como se suele decir, no siempre es obvio, y mucho menos cuando eres nuevo en esto. Dicho esto, con un poco de práctica, el ejercicio puede llegar a ser agradable, lúdico y gratificante.
Existen esencialmente dos formas de utilizar un cuenco tibetano. La primera consiste en golpear suavemente una de las llantas con un mazo. La segunda es frotar todo el borde del cuenco con el mazo para generar un sonido más suave.
Pero sigue leyendo, te explicamos con más detalle cómo usar un cuenco tibetano.
¿Cómo hacer cantar un cuenco tibetano?
Primer método : Golpeando suavemente
Golpear el cuenco con el propio mazo es el método más común y sencillo para hacer este bello objeto muy utilizado en la Tradición budista.
Es una forma estupenda de iniciarse e introducir a novatos de todas las edades.
Para que tu cuenco tibetano cante con este método:
- Sujeta el cuenco en la palma de tu mano no dominante (la que no sueles usar para escribir), y el mazo en tu mano dominante,
- Aprieta el mazo con firmeza, y golpea suavemente el borde del cuenco hasta la mitad con el mazo.
- Este gesto produce un sonido suave y persistente, compuesto por varias notas, incluida una nota dominante.
- Le sugerimos que golpee el cuenco una sola vez y deje que el sonido y la vibración se disipen antes de volver a golpearlo. Así disfrutarás plenamente del placer auditivo y de la dimensión meditativa del cuenco tibetano…
Segundo método: frotar
Esta técnica puede resultar algo más compleja, pero se domina rápidamente con un poco de práctica. Si es la primera vez que lo utiliza, tenga en cuenta que puede tardar un poco en generar un sonido completo. Como en todo aprendizaje, ¡la paciencia es la clave!
- Comience sentado en una posición cómoda como para una
meditación, con la columna relajada. Respira profundamente, sin forzar, inhalando por la nariz y exhalando por la boca para una experiencia más relajante y meditativa. - Sujeta el cuenco en la palma de tu mano no dominante y el mazo en tu mano dominante.
- Esta vez, sujeta el mazo como si fuera un bolígrafo, en el centro con los dedos índice y pulgar.
- Golpea suavemente el bol hasta la mitad del borde exterior para “despertarlo”. A continuación, antes de que se disipe la vibración, coloque inmediatamente el mazo en posición vertical contra el borde del cuenco. A continuación, acaricie la pared con un movimiento circular, siguiendo la circunferencia del cuenco en el sentido de las agujas del reloj. Aquí es importante comenzar el movimiento circular en el primer contacto que inicia el canto. Si coloca el mazo contra el borde sin moverlo, el primer sonido iniciado por el golpe se silenciará y tendrá dificultades para sostenerlo.
- Circule el cuenco con el mazo al menos cinco veces hasta que oiga un sonido más grave que emane del objeto. A medida que continúe el movimiento, se intensificará, volviéndose más redondeado y claro. Es necesario aplicar una ligera presión constante durante esta etapa, ya que el canto se basa en la fricción entre la maza y el cuenco.
También puedes optar por iniciar el movimiento circular directamente, sin un golpe inicial. Sin embargo, es más fácil generar un canto golpeando suavemente el cuenco primero, especialmente si eres principiante.
Aquí tienes un breve vídeo para ilustrar estas técnicas. Aquí utilizamos nuestro hermoso cuenco rojo Om Mani Padme Hum, que puedes encontrar en nuestra página Colección de cuencos cantores.
Métodos avanzados
Con agua
Para obtener un sonido único, que recuerda en cierto modo al canto de los delfines, puedes añadir agua al fondo del cuenco.
- Vierte un tercio de un vaso de agua en tu cuenco tibetano, asegurándote de que los bordes exteriores permanezcan secos.
- Canta el cuenco utilizando cualquiera de los métodos descritos anteriormente.
- Aleje el mazo del borde y deje que el cuenco cante.
- Incline ligeramente el cuenco de lado a lado, hasta que el agua gire siguiendo la forma del cuenco. La canción variará ligeramente debido al movimiento del agua.
- Asegúrate de secar bien el cuenco después de usarlo, para evitar daños.
Te invitamos a probar este método variando la cantidad de agua, para disfrutar de los diferentes efectos de sonido. En general, una cantidad muy pequeña de agua produce el sonido más puro.
Frotar con un mazo acolchado
Algunos mazos o palos de cuenco tibetano tienen una parte acolchada de tela o cuero. Si este es el caso de su maza, entonces el sonido producido por el cuenco será diferente del sonido generado por una maza convencional.
Si está utilizando una maza acolchada, pruebe el método 2 descrito anteriormente, pero con la parte acolchada hacia abajo y con una presión más ligera. Esta técnica producirá un sonido más profundo, calmante y relajante.
Utilice un paño seco
El primer método para mantener su cuenco tibetano es limpiarlo con un paño suave y seco. Este hábito la librará del polvo que podría alterar su tono. Proceda limpiando los bordes interior y exterior del bol.
También, para eliminar las huellas dactilares persistentes, utilice una toalla de papel humedecida. No olvide secar la cubeta después de esta operación para evitar marcas de agua.
Limpiar su cuenco tibetano con agua caliente
También puede limpiar su cuenco tibetano con agua.
Este método no supone ningún riesgo para el artículo siempre y cuando seques cualquier resto de humedad en el proceso.
Para ello, llena la cantarera de agua tibia con un poco de jabón y déjala macerar toda la noche para eliminar la suciedad incrustada. Al día siguiente, enjuaga el cuenco con agua limpia. Por último, seque el bol con un paño seco y absorbente.
Utilice este método sólo ocasionalmente, para eliminar manchas persistentes.
Algunos consejos para mantener un cuenco tibetano
Además de estas técnicas de limpieza, hay algunos hábitos que debes observar para mantener limpio tu cuenco tibetano y conservar su tono y virtudes.
En primer lugar, asegúrese de que, cuando no lo limpie, su cuenco esté completamente seco para evitar manchas de humedad.
Además, no utilice productos químicos corrosivos para limpiarlo, y prefiera un jabón suave. Además, no olvides quitar el polvo del cuenco con regularidad para obtener un sonido óptimo y mantenerlo siempre en posición vertical. Dejarlo colocado boca abajo podría acabar afectando a su estructura y, por tanto, a su sonido.
No dejes tu cuenco tibetano al sol durante largos periodos de tiempo. Los rayos UV podrían dañarlo.
Por último, simplemente maneja tu cuenco tibetano con cuidado. Aunque una sola gota no suele ser fatal, dejarla caer repetidamente podría acabar afectando a su forma y tono. Demasiadas gotas también podrían provocar grietas, que son tan antiestéticas como perjudiciales para el sonido del cuenco.
Cuida mucho tu cuenco tibetano, ¡y te lo devolverá multiplicado por cien!
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