Disco plateado suspendido sobre el dosel nocturno, la mágica Luna Llena nos ilumina tanto como nos ayuda a abrazar el cambio.
Marca un momento sagrado en el que resurgen nuestras emociones, pero también en el que podemos celebrar nuestros éxitos y despejar la mente para la nueva etapa que se avecina….
Te explicamos todo sobre la Luna Llena, su significado metafísico y las mejores formas de aprovechar su energía.
Completada la fase creciente de nuestro querido astro nocturno, la Luna Llena marca el final de un ciclo. Representa la maduración de los proyectos y la finalización de un periodo concreto, tanto a nivel individual como colectivo.
¿Qué ocurre durante una luna llena?
La Luna Llena se produce una vez al mes, cuando la Tierra deja de bloquear los rayos solares. Estos pueden entonces iluminar plenamente el satélite natural y resaltar su rostro benévolo, marcado por el tiempo y los impactos de meteoritos.
Totalmente resplandeciente con su luz plateada, la Luna nos envía así el máximo de su energía terapéutica y transformadora. Además de iluminar nuestras noches como una farola natural, de hecho emite una vibración que afecta a los distintos planos del ser. Hablamos de estos efectos un poco más abajo.
Ten en cuenta, además, que la energía de la Luna Llena se extiende durante unos tres días antes y tres días después de la lunación. Además, desde un punto de vista estrictamente científico, en realidad la Luna está llena durante un breve periodo de tiempo, cuando ella y el Sol están en perfecta alineación.
Un momento de culminación
En todas sus manifestaciones, la vida está jalonada de ciclos, con un comienzo, un crecimiento, una realización, un declive y una culminación.
La naturaleza es el ejemplo más evidente y espectacular de ello. Con el paso de las estaciones, las ramas desnudas de los árboles se llenan poco a poco de capullos, luego florecen las hojas y dan paso a los frutos. Estos caen al suelo, se descomponen y vuelven a la tierra, y así sucesivamente.
Los seres humanos no somos una excepción. Ya se trate de nuestros cuerpos, nuestras relaciones, nuestros proyectos o creaciones, también nosotros nos regimos por principios, evoluciones y finales.
También las fases de la Luna han sido observadas y percibidas, durante milenios, como un espejo celeste de estos ciclos eternos. A partir de la invisible Luna Nueva, que representa el principio de todas las cosas, la superficie lunar visible crece gradualmente hasta convertirse en la luminosa Luna Llena.
A medida que el creciente se transforma gradualmente en disco (luna creciente), nuestra energía individual y colectiva aumenta: es un momento de recopilación de información, de progresión, de construcción.
La Luna Llena simboliza la culminación de esta fase de crecimiento, la finalización perfecta. Su energía es la de los proyectos concluidos y los periodos terminados. Todo lo que comenzó en el momento de la Luna Nueva alcanza su apogeo cuando el disco lunar está lleno.
Los efectos de la Luna Llena en el ser
Si la La Luna Llena tiene su significado metafísico, también tiene una influencia directa sobre la Tierra y sus habitantes. A escala de nuestro planeta, por ejemplo, puede observarse a través del fenómeno de las mareas.
Los seres humanos también se ven influidos por esta fase… Ten por seguro que aquí no estamos hablando de hombres lobo, ¡sino de efectos mucho más sutiles!
Si conectas con tu cuerpo y tus movimientos internos durante un periodo de luna llena (que dura aproximadamente una semana en torno al momento exacto de la lunación), puedes notar algunos “síntomas”.
Así que, durante laLuna Llena, las emociones, pensamientos y sentimientos pueden amplificarse. Es, además, una fase propicia para la “digestión” de las emociones acumuladas o bloqueadas. Uno también puede volverse más sensible a su entorno y a la gente que le rodea. También los sueños se vuelven más intensos y coloridos.
Emocionalmente, este momento del ciclo lunar también tiene sus cosas buenas: al ser el momento dedicado a la realización, un profundo sentimiento de gratitud puede embargarnos. Nuestros cuerpos, conectados a los ciclos del cielo y de la tierra, experimentan efectivamente la alegría natural asociada a la finalización de una fase y el comienzo de otra.
A nivel físico, el cuerpo también experimenta la influencia vibracional de la Luna Llena. Por ejemplo, se puede experimentar fatiga o nerviosismo. Por lo tanto, es mejor preservarse y cuidarse durante esta fase, para facilitar la relajación y la liberación de tensiones.
La Luna Llena es el momento perfecto para honrar el final de un periodo, o marcar el comienzo de otro.
También, ya sea celebrando tus recientes logros, o fijando tus energías en tus próximos objetivos, podrías optar por realizar un ritual de Luna Llena.
Aquí tienes una idea para un ritual:
- Selecciona un espacio en el que te sientas cómodo. Puede ser un salón, tu jardín o un lugar natural que disfrutes especialmente,
- En el suelo, crea un círculo utilizando velas, cristales (como los de piedra-luna), flores secas o cualquier otro elemento natural,
- Sentarse.e en el centro del círculo en una posición cómoda, respira profundamente unas cuantas veces y, a continuación, centra tu mente en la intención específica del ritual,
- Puedes elegir, por ejemplo, darte las gracias por tus éxitos recientes, o centrar tus pensamientos en tus objetivos futuros,
- Para concluir, agradece a la Luna Llena por acompañarte en esta culminación, o por apoyarte en el cumplimiento de tus aspiraciones para la fase venidera.
Para ambientar tu ritual, no dudes en encender incienso o escuchar mantras, como el Gayatri, cantado en el siguiente vídeo:
Tomar un baño de luna llena
La Luna es la estrella de las energías llamadas “femeninas”. Es decir, las energías de recepción, regeneración, imaginación e intuición asociadas al elemento agua.
Una luna llena es, por tanto, un buen momento para sumergirse literalmente en estas energías, tomando un baño de luna llena.
Para ello, el día de la lunación, prepárese un buen baño caliente y relajante. Añádele, si lo deseas, sales de baño, aceites esenciales y, por qué no, pétalos de flores
Una vez tumbado en la bañera, imagina que la energía plateada de la estrella nocturna se funde con el agua del baño y llena todo tu ser.
A continuación, puedes repetir en voz alta tus intenciones para la nueva etapa que comienza, o simplemente imaginar que esta suave energía te regenera física y vibracionalmente.
Si no tienes una intención concreta, simplemente deja que hable tu intuición: la Luna Llena podría estar transmitiendo información útil para la nueva etapa que comienza…
Por último, si haces de tu baño de Luna Llena un momento de purificación, visualiza tus toxinas físicas, mentales y emocionales vertiéndose en el agua a través de tus poros.
Al final de este ritual, imagina que las toxinas se van con el agua del baño.
Evacua lo que ya no te sirve
Por último, si tienes poco tiempo libre para un ritual o baño, pero aun así quieres marcar el momento del baño.strong>Luna Llena adecuadamente, un método sencillo es expresar todo aquello que ya no te sirve o te bloquea.
Podría tratarse de un patrón de pensamiento, un objeto que está ocupando espacio en tu interior, o incluso un trabajo o una relación.
Dibuja lo que has identificado en un papel. A continuación, afirma en voz alta tu intención de desprenderte de este aspecto de tu vida poco a poco. A continuación, pídele a la Luna Llena que te ayude a desprenderte del elemento en cuestión y dejar espacio para lo que realmente importa.
También puedes invocar las energías transformadoras y terapéuticas de la Luna Llena para calmarte emocionalmente. Mientras imaginas la energía de la Luna Llena envolviéndote, tómate tu tiempo para conectar con tus sentimientos respirando con calma.
Si una emoción aflora, dale la bienvenida y, si puedes, permítete llorar, escribir en un diario o incluso ¡desahogarte en un cojín! La Luna Llena, redonda y maternal, te ayudará a dar cabida a estas emociones con compasión.
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